Se basa en “cómo nos vemos a nosotros”, nuestras debilidades y nuestras capacidades. Esta imagen mental ayuda a crear una autoestima saludable para enfrentarnos a los desafíos de la vida de manera equilibrada y positiva.
La charla interna es como un compañero constante que me guía a través de mis experiencias. Existe el peligro del autosabotaje con frases como “No soy suficiente…” o “Nunca lograré…” que limitan nuestro crecimiento. Por esta razón es sumamente importante promover el DIÁLOGO INTERNO POSITIVO y la REPROGRAMACIÓN DEL DIÁLOGO INTERIOR NEGATIVO.
Aprender a utilizar palabras positivas, pensamientos enfocadas en solucionar y hablarnos suaves y con compasión y paciencia para crear un entorno seguro de apoyo, de crecimiento.
Uno de los motores de la autoexigencia es el perfeccionismo, no se permite fallos ni acepta su humanidad (y sus limitaciones). Esta autoevaluacion crítica y constante se convierte en una fuente de angustia y tensión. Al buscar siempre el mejor resultado apenas está satisfecha una persona así, siempre hay algo que se podría haber hecho mejor.
Todo esto puede llevar a estrés, ansiedad y un agotamiento emocional.
Nos centramos en el desarrollo personal como fuente del bienestar y salud emocional. Se busca crecer a partir de las experiencias, incluso las negativas, pero sin dejarse llevar por el pesimismo. Crecer es la meta, ganar sabiduría personal.